Cocodrilos en las alcantarillas

 

Durante un tiempo en EEUU se empezó una estúpida moda, tener como mascotas caimanes y cocodrilos, traídos desde Florida, se cuidaban desde recién nacidos en terrarios hasta que empezaban a alcanzar un tamaño considerable, en ese momento los animales perdían su “gracia” pues constituían, además de un peligro, un gasto económico elevado en comida. Ese era el momento de deshacerse de la “mascota” y que mejor manera que dejando en libertad al animal que había ganado el cariño de su dueño tras tanto tiempo a su cuidado .
La leyenda cuenta que el mejor sistema de liberar al animal era por el desagüe del inodoro. Reducidos grupos de estos caimanes conseguían sobrevivir en las alcantarillas alimentándose de ratas y desperdicios e incluso llegaron a reproducirse en las cloacas.
Tras varias generaciones los caimanes supervivientes mutaron y perdieron su visión, así como su pigmentación, convirtiéndose en seres ciegos y albinos que reinaban las profundidades de la ciudad. La leyenda llegaba más allá pues según relatos de terceras personas algunos indigentes que bajaban a las cloacas a refugiarse del frío e incluso algún operario municipal encargado del mantenimiento de las alcantarillas habían desaparecido supuestamente devorados por estos animales.